ANDRAGOGIA
La gestión de Salud y Seguridad Ocupacional de una empresa o contrato busca ejercer influencia sobre las condiciones del entorno y las conductas de las personas. El proceso de mejoramiento de las conductas se efectúa a través de observaciones y controles en terreno, pero una de las principales tareas que se ha de emprender es la educación del personal, difusión, proceso de información de los riesgos de la tarea y enseñanza de las maneras eficaces de desarrollar un trabajo.
La actividad de dar a conocer el modo correcto de efectuar el trabajo, informar los riesgos propios de la actividad, difundir las medidas de control necesarias para un desarrollo seguro del proceso está normado en el Artículo 184 del Código del Trabajo, Artículo 28 y 31 del D.S. N° 132 Reglamento de Seguridad Minera y Artículo 21 del D.S. N° 40 que Aprueba el Reglamento sobre Prevención de Riesgos Profesionales. Todos ellos establecen con diferentes palabras el mismo mandato de informar oportuna y convenientemente al trabajador sobre todos los riesgos que atañe la actividad que él va a desarrollar. esta obligación es llevada a la práctica por las empresas mandantes y contratistas mediante distintas actividades tales como charlas de hombre nuevo, difusión del documento "ODI" antiguamente conocido como DAS, difusión de instructivos o procedimientos de trabajo seguro entre otros.
Ante un evento catastrófico, como un accidente grave o fatal, uno de los primeros puntos en ser investigados por la autoridad es el cumplimiento del mandato legal en lo referido al conocimiento de los riesgos. Es ahí donde hay que detenerse a analizar la realidad actual y establecer que se puede hacer para mejorar lo existente. Las charlas hombre nuevo que efectúan las empresas mandantes previo ingreso del trabajador a las faenas y plantas industriales muchas veces es solo un monólogo dictado por el profesional que representa a la empresa dueña del área frente a una asistencia que por lo general supera las 50 personas (Y a veces llega a cerca de las 100). Lo anterior se contradice completamente con los principios básicos de la formación andragógica que debe ser aplicada en estos casos.
Al llegar a una empresa, el trabajador recibe muchos documentos para firmar, entre ellos va inserto la ODI que lo habilita a ingresar a trabajar a una faena (Se debe hacer la salvedad de aquellas empresas que si se preocupan de informar los riesgos a los trabajadores nuevos o trasladados, lo que si bien no es suficiente es algo mas acorde a lo requerido por la ley).
Muchas veces los instructivos y PTS son firmados por el personal que ejecutará las actividades sin tener idea que es lo que están firmando, o en el mejor de los casos son leidos rapidamente, por una sola vez, se firma y se procede a iniciar la actividad. Todo lo anterior es usual que pase en faenas de construcción, mineras, forestales y de otros rubros. No es lo correcto pero es lo real.
Cuando se habla de transmitir información, conocimientos a adultos como en este caso, se debe olvidar que el individuo ha de ingresar a un proceso pedagógico (Que no aplica a la educación de adultos). En este caso hemos de hablar de procesos andragógicos, totalmente distintos en su filosofía y ejecución a los pedagógicos. No es la intención de este artículo ahondar en la definición de andragogía, pero si es necesario establecer que en un proceso andragógico se exige una asistencia máxima de 25 a 30 oyentes (Para que el proceso sea efectivo) lo que deja inmediatamente en evidencia la ineficacia de las charlas hombre nuevo que reunen "audiencias" superiores a las 50 personas.
Se dice que un trabajo seguro es un trabajo bien hecho. Para que el desarrollo de la actividad sea eficaz, se requiere o se solicita del trabajador ciertas habilidades mínimas para el desempeño de la actividad. Pero la gran pregunta es, ¿Como establecer si nuestro personal cuenta con las habilidades básicas para el desarrollo de la actividad?. El sistema taxonómico establecido por Benjamín Bloom (1956) y mejorado por Lorin Anderson (2000) permite generar un marco referencial que establezca las habilidades requeridas para desarrollar una actividad específica.
según el modelo Bloom los procesos de aprendizaje evolucionan desde lo mas simple a lo mas complejo de la siguiente forma
1°Recordar
2°Comprender
3°Aplicar
4° Analizar
5°Evaluar
6°Crear
Lo anterior se vincula con la gestión de riesgos al momento que se le informa (Según el mandato legal) al trabajador de los riesgos propios de la actividad, al ingresar a la faena mediante la ODI y antes de comenzar un trabajo específico mediante la lectura del PTS. Pero nuestros trabajadores frente a una primera y unica exposición transmitida de manera oral (La cual es efectiva en no mas de un 50%) solo pueden llegar en el mejor de los casos a la primera etapa de recordar lo enseñado, considerando que se debe llegar a aplicar en este caso las enseñanzas entregadas. Existe una brecha considerable por la cual nuestra gente no llega a comprender lo que debe aplicar, provocando que nuestra masa laboral ejecute las actividades sin el debido proceso capacitivo.
Este análisis tangencial de la realidad actual en materias de transferencia de información y conocimientos a nuestros trabajadores deja en evidencia las falencias del sistema y la necesidad de adoptar medidas que hagan mas eficiente nuestra gestión de riesgos.
Las charlas hombre nuevo no deberían efectuarse con auditorios mayores a 20 o 25 personas, y el relator debería aplicar los procesos andragógicos de enseñanza para adultos.
En el caso del personal que trabaja en terreno, hemos de asegurarnos que es capaz de recordar los pasos, riesgos y medidas de control requeridas para efectuar una actividad, debemos asegurarnos mediante evaluaciones que comprende lo que recuerda y cerciorarse de que es capaz de aplicar satisfactoriamente en terreno lo comprendido.
Hay algunas actividades mas específicas que solicitan que el trabajador sea capaz también de analizar la actividad, evaluar e incluso en algunos casos llegar a crear en base a ella.